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Incluso una administración eficiente de agua en las raíces de las plantas plantea una serie de dificultades para los sectores de la agricultura y del césped y los jardines ornamentales. Entre los problemas de gestión del agua, se incluyen la escorrentía, la uniformidad de la humedad en el perfil del suelo, la disminución de la disponibilidad de agua, los costes de la mano de obra, las demandas presupuestarias, las cuestiones medioambientales y las restricciones regulatorias.

Los agentes tensioactivos para suelos se usan comúnmente para hacer frente a estos desafíos en aplicaciones de césped muy reguladas, donde la escasa uniformidad de la humedad en el suelo genera problemas como puntos secos localizados (LDS, por sus siglas en inglés).